Hace exactamente un año, el Seleccionado nacional de rugby conseguía el tercer puesto en el Mundial de Francia y de esta manera coronaba la mejor actuación internacional de su historia.
La participación de “Los Pumas” en el torneo fue más que considerable, puesto que se mantuvo invicto hasta la última instancia y en el camino las semifinales derroto a conjuntos que se presumían superiores. Integró el grupo “D” junto a Namibia, Georgia, Irlanda y el compilado local, consiguiendo la victoria en todos los casos. Tanto la victoria en el debut frente a los “blues” como el triunfo ante los irlandeses provocaron un fanatismo en el público argentino que si bien no perduró en el tiempo fue más que destacable en aquél momento.
De cara a la segunda fase el equipo dirigido por Marcelo Loffreda contaba con serias chances de aspirar a la final, haciendo hincapié en los buenos rendimientos de su pareja de medios: Juan Martín Hernández y Agustín Pichot. En cuatros de final derrotó a Escocia (19 a 13) y accedió a las semis donde debía jugar con Sudáfrica. Tal vez ese allá sido el punto más bajo del equipo dentro de la Copa, ya que los “tries” conseguidos por el conjunto africano fueron producto de errores defensivos argentinos. La derrota fue rotunda: 37 a 13.
“Los Pumas” veían truncado su deseo de campeonato, pero a ola vez tenían la chance de coronar el Mundial con un tercer puesto, para lo cual debían cruzarse nuevamente con Francia. La victoria sería para Argentina por 34 a 10 en una demostración categórica del espíritu combativo que caracterizaba al equipo y que contagió a la gente. Este logro cerraba un ciclo histórico del Seleccionado Nacional bajo las órdenes de Loffreda.
Sergio López.
La participación de “Los Pumas” en el torneo fue más que considerable, puesto que se mantuvo invicto hasta la última instancia y en el camino las semifinales derroto a conjuntos que se presumían superiores. Integró el grupo “D” junto a Namibia, Georgia, Irlanda y el compilado local, consiguiendo la victoria en todos los casos. Tanto la victoria en el debut frente a los “blues” como el triunfo ante los irlandeses provocaron un fanatismo en el público argentino que si bien no perduró en el tiempo fue más que destacable en aquél momento.
De cara a la segunda fase el equipo dirigido por Marcelo Loffreda contaba con serias chances de aspirar a la final, haciendo hincapié en los buenos rendimientos de su pareja de medios: Juan Martín Hernández y Agustín Pichot. En cuatros de final derrotó a Escocia (19 a 13) y accedió a las semis donde debía jugar con Sudáfrica. Tal vez ese allá sido el punto más bajo del equipo dentro de la Copa, ya que los “tries” conseguidos por el conjunto africano fueron producto de errores defensivos argentinos. La derrota fue rotunda: 37 a 13.
“Los Pumas” veían truncado su deseo de campeonato, pero a ola vez tenían la chance de coronar el Mundial con un tercer puesto, para lo cual debían cruzarse nuevamente con Francia. La victoria sería para Argentina por 34 a 10 en una demostración categórica del espíritu combativo que caracterizaba al equipo y que contagió a la gente. Este logro cerraba un ciclo histórico del Seleccionado Nacional bajo las órdenes de Loffreda.
Sergio López.
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