Pero de de 1960, nacía en el pequeño pueblo italiano de Travagliato el futbolista Franco Baresi, uno de los defensores más exitosos que haya vestido la camiseta “Azzurra” puesto que con ella se coronó campeón Mundial en España 1982 y alcanzó otros dos podios en dichos certámenes: tercer puesto en Italia 1990 y subcampeonato en Estados Unidos 1994.
Tras atravesar una dura infancia a causa de la perdida de sus dos padres antes de sus 17 años, Franco ingresó paradójicamente al Mundo del fútbol mediante una prueba en el Inter de Milán, la cual finalizó con resultado negativo para él ya que lo rechazaron por su baja estatura y no así para su hermano Giuseppe. Este quedaría fichado en el club y comenzaría allí una exitosa carrera a tal punto que llegó a coronarse dos veces campeón del torneo local, en dos ocasiones de la Copa de Italia y en una de la Supercopa italiana.
Pero ese tropezón no significaría mucho más que eso para Franco y buscaría revancha inmediata en la vereda de enfrente. Luego de dos intentos frustrados, Baresi consigue integrar el equipo juvenil del Milán en 1974 sin saber siquiera lo que el destino le tenía preparado para él en esa institución. Con la camiseta “Rossonera” cosechó un total de 14 títulos: seis Scudetto´s italianos (entre 1978 y 1996), tres Champions League´s (1989, 1990 y 1994), dos Copas Intercontinentales (1989 y 1990) y tres Supercopas de Italia (1989, 1990 y 1995).
Sus grandes actuaciones lo convirtieron en un referente del Milán y con el paso del tiempo también del seleccionado nacional. Su romance con la “Azzurra” nació un 4 de diciembre del ´82 y perduraría por casi 12 años (con 81 partidos jugados), a través de los cuales participó de tres Copas del Mundo (alcanzando el podio en todas) y fue capitán en 51 ocasiones. A sus 37 años decidió que era momento de dar un paso al costado, tal vez, porque ya quedaban pocas motivaciones por delante si se tiene en cuenta su currículum.
A partir de su salida de las canchas se ocupó de las tareas diligenciales del club “Rossonero” (como no podía ser de otra manera), al punto que llegó a ser vicepresidente. “Piscinin”, como lo apodan los “tiffosis” también cosechó experiencia como entrenador en Fulham de Inglaterra (2002) pero seguramente con la sola idea de poder algún día regresar a su casa, pero ya con el buzo de entrenador puesto. Al fin y al cabo es la una jerarquía que le falta ocupar dentro de Milán...
Tras atravesar una dura infancia a causa de la perdida de sus dos padres antes de sus 17 años, Franco ingresó paradójicamente al Mundo del fútbol mediante una prueba en el Inter de Milán, la cual finalizó con resultado negativo para él ya que lo rechazaron por su baja estatura y no así para su hermano Giuseppe. Este quedaría fichado en el club y comenzaría allí una exitosa carrera a tal punto que llegó a coronarse dos veces campeón del torneo local, en dos ocasiones de la Copa de Italia y en una de la Supercopa italiana.
Pero ese tropezón no significaría mucho más que eso para Franco y buscaría revancha inmediata en la vereda de enfrente. Luego de dos intentos frustrados, Baresi consigue integrar el equipo juvenil del Milán en 1974 sin saber siquiera lo que el destino le tenía preparado para él en esa institución. Con la camiseta “Rossonera” cosechó un total de 14 títulos: seis Scudetto´s italianos (entre 1978 y 1996), tres Champions League´s (1989, 1990 y 1994), dos Copas Intercontinentales (1989 y 1990) y tres Supercopas de Italia (1989, 1990 y 1995).
Sus grandes actuaciones lo convirtieron en un referente del Milán y con el paso del tiempo también del seleccionado nacional. Su romance con la “Azzurra” nació un 4 de diciembre del ´82 y perduraría por casi 12 años (con 81 partidos jugados), a través de los cuales participó de tres Copas del Mundo (alcanzando el podio en todas) y fue capitán en 51 ocasiones. A sus 37 años decidió que era momento de dar un paso al costado, tal vez, porque ya quedaban pocas motivaciones por delante si se tiene en cuenta su currículum.
A partir de su salida de las canchas se ocupó de las tareas diligenciales del club “Rossonero” (como no podía ser de otra manera), al punto que llegó a ser vicepresidente. “Piscinin”, como lo apodan los “tiffosis” también cosechó experiencia como entrenador en Fulham de Inglaterra (2002) pero seguramente con la sola idea de poder algún día regresar a su casa, pero ya con el buzo de entrenador puesto. Al fin y al cabo es la una jerarquía que le falta ocupar dentro de Milán...
Nombre: Sergio López
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